Diez razones para sembrar un árbol.

Para todos los que desean proteger nuestro ambiente y reverdecer nuestro planeta, uno de los recursos más importantes son los árboles. Vean estos datos sobre los árboles y anímense a sembrar algunos. 

1. Los árboles conservan energía en el verano y ahorran dinero.

El aire fresco que brinda un árbol adulto reduce la necesidad de usar acondicionador de aire, y tus papás ahorran así entre un 15 a 35% de la factura de electricidad. Y todos sabemos lo cara que es la electricidad.

2. Los árboles limpian el ambiente.

El oxígeno que respiramos lo producen los árboles. Y remueven la contaminación del aire al disminuir la temperatura del aire, a través de su proceso de respiración y al retener partículas contaminadas.

3. Los árboles nos traen los cantos de los pájaros.

Escucharemos cantar a las aves ya que los árboles proveen lugar para los nidos de los pájaros, comida y abrigo para muchísimas especies.

4. Nos dan sus frutos.

Nada se compara a saborear una rica china o un delicioso mangó acabadito de cortar del árbol.

5. Ayudan a limpiar nuestros ríos y cuerpos de agua.

Los árboles retienen las capas de tierra en su lugar y reducen la contaminación producida al erosionarse los terrenos y caer sedimento en los cuerpos de agua.

6. Conservan energía en el invierno.

En los países con fríos inviernos, los árboles ayudan a que las corrientes de viento frío no sean tan fuertes y no se necesite tanta calefacción.

7. Combaten el calentamiento global.

Los árboles remueven de la atmósfera el dióxido de carbono, la sustancia que más contribuye a la grave amenaza del calentamiento global.

8. Los árboles embellecen tu hogar y tu comunidad.

Con su verdor y hermoso colorido cuando florecen, los árboles añaden gracia y belleza a nuestra comunidad. Hacen que una casa se sienta como un hogar.

9. ¡Son divertidos!

Plantar y cuidar los árboles puede ser una gran actividad familiar y comunitaria. Disfrutarás verlos crecer y te sentirás orgulloso cuando en el futuro veas los árboles que sembraste, dando sombra y fresco.

10. Es fácil plantarlos.

Puedes comprar árboles en muchos lugares, lograr que algún familiar con árboles te regale alguna plántula pequeña u obtener árboles gratuitos en muchas instituciones que se dedican a promover el ambiente.

http://www.zonaedu.com/10-razones-para-sembrar-arboles.html

Decadencia.

Nos piden sin cesar, responsabilidad
cuidar el campo, cuidar el mar
Hay que reciclar y no contaminar
no gastes agua, es fundamental

Vuelve a resonar otra prueba nuclear
envenenando tierra y mar
Deforestación, cáncer de pulmón,
el amazonas ya es terminal

Ahora que se hunde el barco, me pides consideración
Ahora que se hunde el barco, me pides colaboración
Ya comenzó, la cuenta atrás, se nos acaba el tiempo
Ahora que se hunde el barco, no esperes un milagro

No se respetó el tratado universal
Kyoto fue una frivolidad
Nuevo incendio forestal, alta rentabilidad
buena manera de especular

Ahora que se hunde el barco, me pides consideración
Ahora que se hunde el barco, me pides colaboración
Ya comenzó, la cuenta atrás, se nos acaba el tiempo
Llórame, llórame

Oh oh oh, ya no hay marcha atrás, respirarás tu radioactividad
Oh oh oh, ya no hay marcha atrás, podrás sentir la decadencia

Industrialización, consumo sin control
más armamento de destrucción
Qué queréis de mí! pudisteis elegir
vuestra codicia nos condenó

Ahora que se hunde el barco, me pides consideración…

Oh oh oh, ya no hay marcha atrás, respirarás tu radioactividad…

 

Contaminación del agua.

Hay muchas formas de contaminar nuestro Planeta Tierra y una de ellas es contaminando el Agua.

Esta triste realidad puede ser por el constante crecimiento de las ciudades donde su población vierte sus desechos domésticos, industriales y toda clase de basura, provocando que esta agua no se pueda utilizar y por lo tanto es desperdiciada.

En nuestro país diariamente se producen miles de toneladas de desechos industriales, de los cuales un gran porcentaje tiene grave impacto en el medio ambiente. Algunos residuos contaminantes que desechan las industrias y que son muy peligrosos son aquellos que contienen: Mercurio, plomo, arsénico, fenol, plata, cromo y plaguicidas, entre otros.

También es altamente contaminante la materia orgánica como restos de alimentos y animales, detergentes, pinturas, aceites, etc. Estos propician el desarrollo de algas, las cuales generan la proliferación de bacterias que van consumiendo el oxígeno que hay en el agua, matando toda forma de vida que pueda existir.

El agua puede contaminarse de muchas maneras, entre ellas, cuando vertimos aceite,  químicos y basura al drenaje. Esta agua llega a nuestros ríos y  mares.

El agua es un recurso natural que debemos conservar, por lo tanto debemos evitar su contaminación y hacer un buen uso de ella.

¿Cómo puedes ayudar? Adopta estas acciones:

Usa el agua de manera adecuada.

No viertas al drenaje sanitario: solventes, productos químicos, aceites comestibles y automotrices usados, gasolina, diesel, pinturas y otros líquidos corrosivos que hacen un enorme daño a la naturaleza.
Deposita en la basura los desechos de comida, no los deseches por el drenaje.

Recicla bolsas, envases y empaques de plástico, vidrio, cartón y papel en la medida de lo posible.

No deseches pilas  y baterías de ninguna especie a la basura, busca el lugar donde las reciben.

Prefiere los productos amigables con el medio ambiente.

No tires basura en la calle, deposítala en su lugar.

Consejos prácticos para el ahorro de agua.

1.- Coloca dos botellas llenas dentro de la cisterna y ahorrarás de 2 a 4 litros cada vez que la uses. No emplees el inodoro como papelera.

2.- Cierra el grifo al lavarte los dientes o afeitarte, puedes ahorrar hasta 10 litros.

3.- Duchate en vez de bañarte, ahorrarás 150 litros.

4.- Arregla con urgencia las averías de grifos y cañerías. Un grifo que gotea pierde 30 litros diarios.

5.- Riega al anochecer para evitar pérdidas por evaporación ¡ las plantas te lo agradecerán !

6.- Llena la lavadora y el lavavajillas, es donde más agua se gasta. El agua del segundo aclarado puedes emplearla para regar tus plantas.

7.- No uses las duchas de las playas, es un lujo superfluo e innecesario que debes hacer saber a tu ayuntamiento.

8.- No abuses de la lejía, rompe el equilibrio bacteriano de las depuradoras dificultando su trabajo. Utiliza detergentes ecológicos, sin fosfatos.

9.- Escoge plantas autóctonas para tu jardín y tiestos, consumen menos agua y dan mucho menos trabajo que las plantas exóticas, además atraen a mariposas y no exigen el uso de productos químicos para su mantenimiento.

10.- Coloca difusores y demás mecanismos de ahorro en los grifos, aprovecharás mejor el agua reduciendo su consumo.

Sólo el 2,8 % del agua de nuestro planeta es dulce y tan sólo el 0,01 % se encuentra en lagos y ríos ¡ NO LA MALGASTES !

Las “3R” ecológicas: reducir, reutilizar y reciclar

Las “3R” ecológicas: reducir, reutilizar y reciclar

Las “3R” de la ecología, Reducir, Reutilizar y Reciclar, dan nombre a una propuesta fomentada inicialmente por la organización no gubernamental GreenPeace, que promueve 3 pasos básicos para disminuir la producción de residuos y contribuir con ello a la protección y conservación del medio ambiente. El concepto de las “3R” pretende cambiar nuestros hábitos de consumo, haciéndolos responsables y sostenibles. Para ello, se centra en la reducción de residuos, con el fin de solventar uno de los grandes problemas ecológicos de la sociedad actual.

Como se ha publicado recientemente, en nuestro país, la producción total de residuos urbanos se sitúa en torno a los 25 millones de toneladas, cifra que equivale aproximadamente a 464 kilos al año por habitante, y de los cuales solo se recicla o utiliza para compostaje un 27%, lo que nos sitúa 15 puntos por debajo de la media europea. Desde el punto de vista medioambiental, y como han venido reclamando muchas organizaciones, estos datos son alarmantes y su sostenibilidad a medio plazo es prácticamente imposible. Así, la implantación social de los hábitos de Reducción, Reutilización y Reciclaje, acompañada de un cambio de mentalidad drástico y generalizado, se plantea como el único camino posible para una disminución considerable de las cifras antes mencionadas.

La primera de las “3R”, Reducir, recoge quizás la parte más obvia de la teoría, si reducimos nuestro consumo, tanto energético como de bienes materiales, estamos reduciendo también el problema. De este modo, la finalidad es disminuir el gasto de materias primas, agua y bienes de consumo, así como el aporte de CO2 a la atmosfera y el consumo de energía (tanto la destinada a la creación de un producto como a su transporte y distribución).

A nivel práctico, los consejos son sencillos: comprar menos y aplicar ciertos criterios a la hora de elegir lo que compramos, comprobar el lugar de procedencia y dar prioridad a los productos que han sido elaborados más cerca de nosotros; escoger productos cuyo proceso de embalaje o envoltorio no sea excesivo o esté fabricado con materiales que puedan ser reciclados con mayor facilidad; sustituir las bolsas de plástico de la compra por bolsas de materiales reutilizables que se puedan emplear en futuras ocasiones y finalmente descartar o disminuir en lo posible el uso de plásticos.

A continuación, el hábito de Reutilizar nos anima a tratar de alargar la vida útil de un producto, esto es, antes de tirarlo y sustituirlo por uno nuevo, debemos buscar el modo de repararlo o, de no ser posible, darle otro uso antes del final de su vida. Afortunadamente, la red está repleta de ideas, algunas muy creativas, orientadas a cambiar la mentalidad del “usar y tirar”, ideas que, además, no ayudan solo al medio ambiente, sino también a nuestro bolsillo.

La reutilización no atañe simplemente a productos manufacturados, ya que puede, y debe, aplicarse también a los recursos naturales. Por ejemplo, el agua que utilizamos para lavar verduras y frutas o el agua que nos sobra después de beber, se puede destinar para regar las plantas o incluso fregar el suelo. Del mismo modo, dando un paso más y poniendo más medios, las aguas procedentes de los desagües de lavadoras, bañeras o fregaderos, serían, tras la aplicación de un simple tratamiento, perfectas para el riego de zonas verdes o el uso en cisternas, así como para limpieza de exteriores.

La última R, el Reciclaje se basa en tratar los desechos con el fin de obtener nuevos productos, preservar materiales potencialmente útiles y evitar así el daño medioambiental que conlleva su eliminación (gases y otras sustancias tóxicas). La práctica del reciclaje tiene múltiples vertientes y su aplicación abarca desde sencillos hábitos domésticos hasta complejas regulaciones de orden internacional.

A nivel individual, está en nuestra mano seleccionar y separar los desechos que generamos en el hogar, es decir, utilizar los ya conocidos contenedores amarillos, verdes, azules y grises para depositar metales y plásticos, papel, cartón y derivados, vidrios, envases y desechos orgánicos.

En los últimos años, gracias a campañas de concienciación, talleres, distribución de material explicativo y adecuación de infraestructuras, tanto en ámbitos urbanos como rurales, la segregación de basuras a nivel doméstico se ha convertido en una práctica fácil de llevar a cabo y todos sabemos de la importancia de nuestra participación en esta primera y esencial fase del proceso.

Una vez segregados los desechos, diferentes entidades locales y nacionales trabajan en conjunto a través de plantas de transferencia, clasificación y valoración de residuos para optimizar el consumo de energía y preservar los recursos naturales.

El reciclaje funciona en cadena y por ello, el simple hecho de tirar nuestra basura en un contenedor u otro es básico para poder disfrutar de los beneficios energéticos obtenidos en el proceso de reciclaje de vidrio e incluso hacernos sonreír al saber que la reutilización de una tonelada de papel salva la vida de 17 árboles.

En definitiva, Reducir, Reutilizar y Reciclar son tres acciones sencillas, tan fáciles como necesarias. Los hábitos de vida sostenibles y su práctica generalizada no son solo nuestra responsabilidad como habitantes del planeta, o nuestra aportación para paliar los daños que le ocasionamos; también, y sobre todo, son el único modo que tenemos para preservar, y por lo tanto disfrutar de nuestro entorno. Por ello, quizás es el momento de dar el siguiente paso en el cambio de mentalidad y aprender a ver que cuando llevamos a cabo las “3R” no somos nosotros quienes damos, lo que hacemos es recibir.

Leer más: http://www.ecologiaverde.com/las-3r-ecologicas-reducir-reutilizar-y-reciclar/#ixzz3C4GZIQVx

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Cómo generar conciencia ecológica en los jóvenes

Cómo generar conciencia ecológica en los jóvenes

Infundir respeto por el medio ambiente a las generaciones más jóvenes es una obligación moral de los mayores, de la sociedad en general, ya sea en forma de políticas como mediante la enseñanza en los colegios o con el ejemplo en su entorno más próximo. No en vano, ellos son el futuro y de esa transmisión de valores dependerá el futuro del planeta.

¿Pero, cómo hacerlo? Generar conciencia ecológica en los jóvenes va más allá de campañas puntuales que inviten a reciclar o de declaraciones en favor del medio ambiente de boca de sus ídolos. Aunque todo ayuda, en realidad sólo una educación que empiece en la más tierna infancia logrará el objetivo: que sean ciudadanos informados, con espíritu crítico, porque sólo entendiendo y amando a la naturaleza se contribuirá a su preservación.

Los primeros años son fundamentales. En el seno de la familia o en los colegios es donde se socializa al niño, el periodo en el que se desarrolla se personalidad y se le orienta para un mejor desarrollo. Los valores, los conocimientos y las actitudes que inculquen el respeto por los demás (lo que incluye la Naturaleza) se transmitirán a través de cuentos, actividades escolares y, de forma especial, a través de la convivencia familiar.

Un desarrollo integral del niño basado en principios positivos de respeto pero también de amor hacia sí mismo será, en fin, la base de una personalidad saludable, equilibrada, a partir de la que poder enseñarle con éxito a cuidar el medio ambiente de forma práctica y amena, sin imposiciones.

Dar ejemplo

La actitud es clave para conseguir una buena predisposición que ayude a poner en práctica conductas ecoamigables de forma cotidiana, por lo que fomentar actitudes verdes es como plantar una semilla que acabará germinando y dando sus frutos: esos gestos ecológicos que acaban contagiándose a nivel familiar o en círculos de amigos. Por lo tanto, si queremos que los más jóvenes tengan conciencia ambiental, hemos de predicar con el ejemplo en casa y también en la calle.

A través del razonamiento y de la sugerencia, pero sobre todo del ejemplo positivo, el reciclaje y otras conductas deseables surgirán naturalmente. Sobre todo, importa dar un enfoque optimista a los gestos cotidianos eco responsables, como separar los desechos para facilitar su reciclaje, no derrochar agua ni luz, cultivar un huerto orgánico con ellos o practicar un consumo sensato. Lejos de ser una obligación o un castigo, ha de verse como algo deseable, como una contribución que beneficia al medio ambiente y también a nosotros.

Reciclar es divertido

El reciclaje creativo es un filón para divertir a los jóvenes y abrirles todo un mundo de posibilidades que poder aprovechar para sus intereses. Descubrirán que pueden convertir objetos desechados o que ya no se usan en otros realmente útiles y divertidos, al tiempo que entenderán a partir de su propia experiencia el problema de los residuos y la importancia de separarlos, así como de controlarlos generando el mínimo y reciclando correctamente.

Aprovechar las festividades para decorar la casa con manualidades hechas por los más pequeños de la casa es un bonito modo de convertir esos días de asueto en momentos que quedarán para el recuerdo y harán sentir a los niños protagonistas. Será fácil colorear las cáscaras de los huevos para hacer decoraciones pascueras que podemos colgar del techo o utilizar para crear originales centros de mesa.

En Navidad, por ejemplo, sería divertido hacer las típicas coronas de forma alternativa, utilizando envoltorios de caramelos, papel de aluminio con el que envuelven el bocadillo del cole, botellas de plástico o cualquier otro objeto reciclado.

Conocer y amar la naturaleza

También hay que familiarizar a los más jóvenes con la Naturaleza. Estar en contacto directo con ella de forma regular es esencial para su buen desarrollo físico y mental. Pero no sólo eso, porque el medio ambiente no sólo es un lugar del que beneficiarnos, sino un espacio compartido con otros seres vivos que merecen un respeto.

Las salidas al campo son una maravillosa oportunidad para que los más jóvenes tomen conciencia de que es posible disfrutar del entorno natural sin atentar contra el ecosistema. De nuevo, la imposición no funciona. Descubrir la Naturaleza es una aventura emocionante que ha de resultar enriquecedora en todos los sentidos

Leer más: http://www.ecologiaverde.com/conciencia-ecologica/#ixzz3C4CCLAxf

No hay excusas para no reciclar botellas plásticas.

No dispongo de datos, pero estoy seguro que nos sorprenderíamos al saber el número de botellas de plástico vacías que desechamos a lo largo de un solo año. En el mejor de los casos, su destino es el contenedor de reciclaje de plásticos para convertirse nuevamente en botellas.

Sin embargo, cada vez son más las personas que no se conforman con eso, pues ven en las botellas vacías una oportunidad para crear nuevos objetos de una forma barata, original y más que respetuosa con el medio ambiente.

Si les gusta hacer manualidades, aquí les dejo unas cuantas imágenes que nos enseñan cómo aprovechar las decenas y decenas de botellas de plástico que tiramos. Pero recuerden, esto son simplemente unos ejemplos, el límite lo pone su imaginación.

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Cada año se vierten millones de toneladas de basuras al mar.

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Millones de toneladas de basura y otros residuos derivados de la actividad humana son vertidos cada año en el mar, alerta un artículo publicado en la revista científica en internet PLOS ONE.

La basura marina es un grave problema ambiental que afecta a ecosistemas costeros y oceánicos de todo el planeta, señalan en el estudio expertos de 15 instituciones de investigación de Europa. Advierten los investigadores que incluso en las zonas más profundas del océano se pueden encontrar desde botellas, bolsas de plástico, restos de artes de pesca, metales, madera, papel, cartón, tela, cerámica y otros materiales de origen humano hasta productos de desintegración como los microplásticos.

En el trabajo se describe la presencia de basura en los fondos marinos del Mediterráneo, el Ártico y el océano Atlántico -de la plataforma continental europea a la dorsal centroatlántica- y desde 35 metros hasta 4,5 kilómetros de profundidad. El catedrático Miquel Canals, del Departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona apuntó que lo más sorprendente es constatar, una vez más, que la huella humana llegó a los lugares más recónditos del planeta.

La basura se encuentra en todas partes de los océanos, desde las regiones más remotas, como el Ártico o los mares del Sur, hasta las llanuras abisales, a miles de metros de profundidad.

Christopher Pham, de la Universidad de las Azores, dijo que el plástico es el componente más común en el fondo del mar, y la basura asociada a las actividades de pesca -líneas y redes de pesca abandonadas- abunda particularmente en montañas y colinas submarinas y en las dorsales oceánicas. Grandes acumulaciones de basura se encuentran en los cañones submarinos profundos.

Para Kerry Howell, de la Universidad de Plymouth, el estudio demuestra que la basura está en todos los hábitats marinos, desde las playas hasta las grandes hondonadas oceánicas. Las corrientes y, en general, la dinámica marina, reparten los desperdicios hacia el interior del océano. Las principales fuentes son las grandes concentraciones urbanas e industriales cercanas a la costa, las playas; las actividades turísticas y embarcaciones de todo tipo.

Los ríos y el viento también tienen un rol en el transporte de basura hacia la costa y el mar, remarcan los expertos. Mares cerrados, como el Mediterráneo, con concentraciones urbanas e industriales importantes, acumulan probablemente más desechos que regiones oceánicas alejadas de tierra. La huella de la navegación en mares y océanos después de la revolución industrial, queda revelada por los depósitos de escoria de carbón quemado en las calderas y vertido por barcos de vapor desde fines del siglo XVIII.

Esas acumulaciones están ligadas a las rutas de navegación modernas, e indican que los principales corredores de transporte no sufrieron modificación en los últimos dos siglos.

http://noticias.masverdedigital.com/2014/cada-ano-se-vierten-millones-de-toneladas-de-basura-al-mar/

Actividad humana triplico nivel de mercurio en los Oceanos

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El nivel de mercurio en algunas zonas de los océanos se ha triplicado como consecuencia de la actividad humana en los últimos siglos, según un estudio publicado por la revista “Nature”. A partir de mediciones recientes en los océanos Atlántico, Pacífico, Ártico y Antártico, los científicos han estimado que la cantidad total de mercurio procedente de actividad humana disuelto en los mares de la Tierra es de 290 millones de moles, con un margen de error de 80 millones.

Sus conclusiones apuntan a que la intervención humana en el ciclo natural del mercurio ha llevado a un incremento de cerca del 150% de ese elemento en la capa de agua termoclina, aquella que marca la frontera del océano profundo, y a un aumento de más del triple en aguas superficiales.

ALTA CONCENTRACIÓN DE MERCURIO

Según los investigadores, dos tercios de ese mercurio se concentran a menos de mil metros de profundidad. Los nuevos cálculos sitúan la concentración de mercurio en un punto medio respecto a las estimaciones teóricas publicadas hasta ahora, que estimaban la cantidad de ese elemento en el océano en entre 36 millones y 1.313 millones de moles.

El mercurio es un elemento extremadamente volátil que se dispersa rápidamente por la atmósfera, donde se mantiene durante meses antes de depositarse sobre los océanos. Ese material metálico se libera de forma natural en erupciones volcánicas y por la erosión de rocas debido al viento y el agua, si bien la actividad humana ha alterado ese ciclo y ha hecho que aumentaran los niveles de mercurio en el ambiente.